José Carnero le dijo esto a un periodista de La Voz de Galicia poco después de ser absuelto del asesinato de Pilar Palacios, una prostituta a la que contrataba habitualmente.
-¿No le da apuro vivir aquí después de lo que pasó?
-Algo sí.
-¿Esperaba la absolución? ¿Esperaba que esto acabara así?
-Sí.
-¿Por que? ¿Estaba tranquilo? Tenía claro que...
-Tranquilo, sí.
-¿Que le parece que pasó aquí, entonces? [El día en que se cometió el crimen y en vista de que él siempre dijo no saber quien había matado a la víctima]
-Es que yo la maté. La traje a casa... y después la maté.
-¿Que la mató usted?
-Sí, sí.
-Pero... eso no fue lo que dijo el jurado al final.
-¿Cómo que no lo dije al final?
-Usted al final quedó absuelto por eso. El jurado dijo que no había pruebas de que hiciera eso que dice.
-Claro que no hay pruebas, pero hacerlo lo hice.
-¿Y por que lo hizo?
-...
-¿La conocía de hace tiempo?
-Por lo menos hace quince años.
-¿Y que pasó, por qué lo hizo? ¿Discutió con ella? ¿Ella le dijo algo?
-No, no. No discutí con ella. El que pasó no lo sé.
-¿Recuerda bien ese día?
-Me acuerdo, me acuerdo. Sí, sí.
-¿Y me puede contar cómo fue? Lo que pueda, hasta donde pueda.
-Yo contar puedo contar todo. Pues la traje, hice el amor con ella y después la llevé a la cuadra. Le dije que le iba a dar aguardiente... y la maté.
-Y después marchó y listo.
-Marché en mi coche para Pontevedra. Antes de llegar a Pontevedra estuve a punto de hacerme trizas.
-Tuvo un accidente.
-Sí.
-Lo que pasa es que a la Guardia Civil y al juzgado siempre les dijo que no, que usted no había sido. ¿No?
-No, no... Les dije que había sido.
-¿Les dijo que había sido usted?
-Sí, yo dije que había sido. Hombree, yo sé que fui, ¿no?
-Pero en el juicio, desde luego, no dijo que había sido usted, ¿no?
-Ah, no. Y nadie me lo preguntó tampoco.
-¿Y que ha pensado hacer ahora? ¿Seguir con su vida?
-Sí.
Carnero asegura que aquel día no había bebido alcohol ni había dejado la medicación psiquiátrica que a día de hoy aún toma.
-¿Usted había bebido?
-No, no, que yo no bebo alcohol. No puedo, que ando tomando unas pastillas y...
-¿Y como le dio por ahí?
-La cabeza...
-¿Y ha pensado ponerse en contacto con la familia de ella para pedirles perdón directamente?
-Yo que sé... No lo sé.
-Decía que le ofreció aguardiente y que le dijo que bajara... ¿Y fue en la cuadra?
-Así es.
-Pero ya iba pensando que la iba a matar o...
-No, no.
-¿Ella no le dijo nada?
-Nada. Yo le dije «te voy a matar». Le dije: «me cago en d..., ahora te voy a matar».
-¿Y ella qué le dijo?
-Nada, calló. Y después le debí dar con un hierro, o algo.
-Y por delante, así como estamos hablando usted y yo.
-Sí, sí, sí.
-¿Tenía pensado volver a casa?
-Sí, sí, sí.
-Pero ella iba a estar allí muerta.
-Ah, pues tendría que ir donde la Guardia Civil.
-A entregarse.
-A entregarme.
-O avisar que había una persona muerta en su casa.
-Sí, sí.
-¿Está arrepentido?
-Sí, sí. Además era una chavala que conocía de hace tiempo, era una buena chavala.
-¿Piensa que no le va a pasar nunca más una cosa así?
-Pienso que no.
-¿Conoce a la familia de Pilar Palacios?
-No.
-¿Y que les diría?
-Pues que me perdonen. No lo hice queriendo, lo que pasa es que yo estaba algo mal de la cabeza.