miércoles, 21 de julio de 2010

PERIODISMO


Top secret America. Vuelve el mejor Post.

sábado, 17 de julio de 2010

Silvio, 1996


No lo comprende -dijo cuando nuestra conversación tocaba a su fin mientras se inclinaba hacia delante en el sofá blanco del salón (...)-. En la vida he conseguido todo lo que un hombre puede desear. He colmado todas mis aspiraciones". De pronto echó el cuerpo hacia delante, incrementando unos grados el nivel de su intensidad (...): "Yo he pasado por una experiencia extraordinaria, única, y con ella quiero ayudar a la nación: "So creare, so commandare, so farmi amare".

Alexander Stille. El saqueo de Roma. Ed. Papel de liar

PD. La foto no sé de qué año es...

domingo, 11 de julio de 2010

sábado, 10 de julio de 2010

viernes, 4 de junio de 2010

Repito


miércoles 11 de junio de 2008
Un homenaje

Todo es mentira. Manuel Bohórquez, el gran maestro, purista, dicen, me dijo en similares términos a estos: "Morente es el que más me gusta". Probablemente el mejor es una palabra muy poco flamenca y google-internet no existía cuando Bohórquez, me quito el sombrero, escribió sus mejores crónicas (Vino a mangar y se fue con el público metido en la chistera). Otra vez me dijo, después de comer en el manuela, y a requerimientos míos: "Las lentejas no estaban muy flamencas". Se cuenta, y cuento yo, nunca lo escuché de su boca, que estaba un día en el andamio, literalmente, cuando, después de haber tratado de quemar una furgoneta de reparto del ABC, frustrado por no poder quemar el ABC, le increpó un flamenco, una mano sobre la puerta abierta del mercedes, la otra - se supone- en los cojones, en parecidos adjetivos: "hijo de puta, vaya crónica de mierda, pero yo me cago en lo más grande, porque yo tengo esto". El flamenco le mostró el mercedes. Fue entonces cuando Bohórquez decidió: A mí me pagan por escribir. Lo conocí, sentado en mi sitio, su sitio. Le dije, con parecidos vocablos: "Siéntate, eres demasiado grande para mí". Me refería a su físico. Luego descubrí que no me refería a eso, sino a su alma. Lo recuerdo vestido de blanco, impecable, flamenco como las lentejas bien hechas, en Casabermeja. Mis erizos dolían.

miércoles, 14 de abril de 2010

lunes, 1 de marzo de 2010

Tombstone blues



The sweet pretty things are in bed now of course
The city fathers they're trying to endorse
The reincarnation of Paul Revere's horse
But the town has no need to be nervous.

The hysterical bride in the penny arcade
Screaming she moans, "I've just been made"
Then sends out for the doctor who pulls down the shade
Says, "My advice is to not let the boys in".

Where Ma Raney and Beethoven once unwrapped their bed roll
Tuba players now rehearse around the flagpole
And the National Bank at a profit sells road maps or the soul
To the old folks home and the college.

Mama's in the fact'ry
She ain't got no shoes
Daddy's in the alley
He's lookin' for food.
I'm in the kitchen
With the tombstone blues.

lunes, 15 de febrero de 2010

Dos chistes



Los chistes sobre la supuesta inmortalidad de Fidel Castro formaron parte de la tradición habanera en otro tiempo. En uno, le regalan una tortuga de las galápagos, pero la devuelve cuando se entera de que aquellas tortugas suelen vivir más de cien años. "Es lo malo de las masctas -dice-. Uno se encariña con ellas y ellas se mueren antes que uno". Casi todos los chistes parten ahora de la premisa contraria. Por ejemplo: Castro ha fallecido y está en la capilla ardiente. Sus afligidos conciudadanos hacen cola para rendirle homenaje. En cabeza de la cola está Felipe Pérez Roque, ministro de Asuntos Exteriores, de cuarenta y un años, llamado popularmente Felipito. Pérez Roque está ante el féretro, con la cabeza gacha, mientras Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional, espera su turno. Pasan los minutos; Alarcón se impacienta, roza a Pérez Roque en el hombro y le murmura: "Felipito, ¿a qué esperas? Está muerto ¿no?" Pérez Roque le responde: "Ya sé que está muerto; lo que no sé es cómo decírselo".

John Lee Anderson, El dictador, los demonios y otras crónicas; Anagrama

miércoles, 6 de enero de 2010