miércoles, 28 de mayo de 2008

La creación del gato


Sin fumar


El semáforo estaba en rojo. El negro, una gorra en la cabeza, levantó el pulgar hacia el gris de las nubes. Se acercó al coche azul con un paquete de seis kleenex en la mano. "No tengo, otro día te compro", respondió el blanco, en el interior del coche. El negro sonrió. El semáforo se puso en verde.
Al día siguiente, el blanco llevaba preparadas unas monedas que le habían sobrado del desayuno para dárselas al negro a cambio de los kleenex. El semáforo estaba en rojo. El negro era otro. No levantó el pulgar al cielo y no sonrió. Una larga cicatriz le partía el rostro. "¿Cuánto?", preguntó el blanco. "1 con 50", dijo el negro, serio. El blanco contó las monedas. "Tengo sólo 70. Toma". Las dejó caer en la palma rosada del negro, que dejó los kleenex en el salpicadero, dio las gracias y se acercó a otro coche. "Oye, coge los kleenex, que te he dado de menos", le gritó el blanco. "Así está bien", sonrió el negro. El semáforo se puso en verde.
Al día siguiente, el semáforo estaba en verde. El negro se apoyó en el semáforo. Sin fumar. Los kleenex en la mano. El semáforo se puso en rojo. A trabajar. De nuevo, el blanco del coche azul. "Kleenex", preguntó con la mirada. "No tengo. Otro día te compro", le dijo el blanco. El semáforo se puso en verde. Y el negro volvió a apoyarse. Sin fumar.

Inmediatez

Gabriel García Márquez creía hace 12 años que el periodismo escrito no debía competir con la televisión por la inmediatez de la noticia, "una cosa que pasa e interesa a la gente". Era junio de 1996 y acababa de escribir Noticia de un secuestro, libro extraordinario y discutible al mismo tiempo. He llegado a pensar que internet ha acabado con esa competición. ¿Y el papel? García Márquez ya lo tenía claro hace doce años: Es mejor tarde y bien que pronto y mal.

viernes, 23 de mayo de 2008

Palillo y cerilla

Palillo quería a Cerilla
con un amor muy vehemente.
Amaba su delgadez
que veía muy ardiente.
Entre Palillo y cerilla
¿puede arder una pasión?
Así fue. Y en un segundo
ella lo volvió carbón.

(Tim Burton, La melancólica muerte de Chico Ostra)

La pelea entre Corto y Raspa


Asia en la prensa

Tremendo trabajo el de Elisa Reche en Birmania.

martes, 20 de mayo de 2008

La jabalina a 112 metros

José Pablo, que se va a Panamá, me contó la historia del récord del mundo de lanzamiento de jabalina de De la Quadra Salcedo. Fue dos veces olímpico como lanzador de disco, en Roma y Melbourne, donde no se comió nada. Sin embargo, el tío lanzaba la jabalina a 112 metros. En algunos estadios, la hubiera lanzado fuera. La federación anuló su técnica que, según la wikipedia, había adaptado del lanzamiento de barra vasca. Él habla de "injusticia" en esta entrevista. Atentos a la primera pregunta.

sábado, 17 de mayo de 2008

Chófer y trabajo

Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche.
Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche.
Chico: No puede ser. Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana.
Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?.
Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo.

El mendigo

El mendigo, recién despertado, trató de dormirse de nuevo. Gruesos cartones le protegían del frío enlosado. Se echó la raída manta gris sobre la cabeza. Cerró fuerte los ojos al mundo. Tumbado sobre el costado del corazón, metió las manos, las palmas pegadas, entre las piernas. Pénsó en viejos campos.
Y no pudo dormirse. La calle se lo impidió. El ruido, otra vez.

Todos escucharon el grito. Lo oyeron los viejos que entraban en el centro de salud. También los escolares que apuraban el último lapso de recreo. Por supuesto, lo escucharon las viudas que arrastraban carritos de la compra. Y a oídos de los jóvenes, de los que no había ni rastro, también llegó.

El mendigo exigía silencio desde su sofá, en el salón de la ciudad.

El sol, implacable en las alturas.

Caótica Ana

Julio Medem debería escribir una novela, densa novela. Caótica Ana es una película caótica y una representación magnífica de la ternura fraternal. Como novela imaginada (la paridora de los hombres buenos) es una magnífica obra de arte, como película es una magnífica representación de la ternura fraternal.

Genial Antonio Vega. Agárrate fuerte a mí, María.

martes, 13 de mayo de 2008

Hasta pronto, Danny Federici

Danny Federici está muerto. Nunca creí que pudiera pasar. Este es el homenaje de Springsteen a su teclista desde hace 40 años.

lunes, 12 de mayo de 2008

Better Man

Triunfar o trabajar

Santiago Segurola, en sus charlas de marca.com

P. Buenas tardes, soy estudiante de periodismo y me gustaría que me diera algún consejo para triunfar en esta profesión, muchas gracias.

R. ¿Para triunfar o para trabajar? No es lo mismo. El triunfo actualmente no depende tanto del talento como de la capacidad para forjarse un personaje y venderlo bien.

Isla de claridad

"Después se encendían algunas luces en algunas ventanas; y se apagaban cuando comenzaba a clarear, llegaba la mañana y el bar dejaba de convertirse en la isla de claridad que había sido en medio de la noche". Quim Monzó, Gasolina.

Bebedores de cerveza y vino

"El voto de los bebedores de cerveza y el de los bebedores de vino cuenta exactamente lo mismo". La frase es de Brad Miller, congresista demócrata, a Newsweek.

Lo que sigue es una traducción libre (se salta partes del artículo) de un reportaje del Economist que aborda si a Obama le perjudica o le beneficia ser negro. En realidad, es hijo de negro y de blanca... bebedor de cerveza y vino

"No existe precedente alguno. Jamás los grandes partidos han presentado un candidato negro. Una cosa es segura: la raza será decisiva. Mr Obama se presenta a sí mismo como post-racial (palabra clave, pero de difícil traducción, creo que se entiende por sí misma). Muchos votantes lo ven así, pero otros no. El 90% de los negros le votaron en Indiana y Carolina del Norte. Esta diferencia colosal puede difícilmente atribuirse a las diferencias políticas con Clinton, que son pequeñas. En Indiana, el 29% de los negros le dijo a los encuestadores que la raza del candidato era importante para ellos. Entre los blancos, el cuadro es más complicado. En Carolina del Norte, el 12% de los blancos dijeron que la raza del candidato era importante. Como en otros Estados, los blancos de más edad prefieren a Clinton, mientras que a los más jóvenes les gusta Obama. Esto son buenos augurios para el futuro. En 1937, la noción de un presidente negro estaba tan lejana que Gallup ni siquiera preguntó a la gente qué pensaba sobre ello. A mediados de los 60, una estrecha mayoría de estadounidenses dijo que podría (might) votar por uno. El año pasado, sólo el 5% admitía que jamás votaría por un negro".

La conclusión del reportaje es ésta: "En las últimas fechas, Obama se refiere a menudo a su abuelo blanco, que luchó en la segunda guerra mundial, y a su madre, también blanca, quien por un tiempo sobrevivió con cupones de comida. Y durante sus discursos televisados, se asegura de colocar mujeres blancas de cierta edad allí donde la cámara las puede coger. Su mensaje visual, que él nunca podrá articular sin rodeos, es que, aunque es negro, no significa una amenaza".

El reportaje, en el fondo favorable a Obama, también recuerda que su amigo el reverendo no le está ayudando mucho, que digamos. "El reverendo Wright recuerda a muchos blancos lo que encuentran alarmante de la américa negra", dice.

Es mitad blanco, mitad negro. Bebedor de cerveza y vino.

A mí me sigue rondando esta pregunta. Si su abuelo fuera negro y su madre también, si sólo hubieran bebido cerveza, nunca vino, o viceversa, ¿hubiera llegado tan lejos?
¿Y si trasegara bourbon?

domingo, 11 de mayo de 2008

¿Dónde va a colocar el Oscar?

Respuesta A: En el baño.

Alejandro Amenábar: "Me han recomendado que lo ponga en el baño, así la gente puede mirarse con él ante el espejo". La Verdad de Murcia.
Emma Thompson: "Son unas cosas grandes, doradas y brillantes. Están allí empañándose calladamente junto con todo lo demás que poseo, incluyendo mi cuerpo". AP
Susan Sarandon: "No tenemos paredes en la casa, son todos ventanales. No hay lugar donde poner nada y por eso decidimos guardar todos los premios en el único lugar que nos quedaba: el cuarto de baño". Vive, o vivía, con Tim Robbins. La Nación

Respuesta B: En el culo de una actriz.

Al Pacino: "Cuando gané el Oscar, estaba en shock. Por todo. Bueno, subo a un ascensor. Y voy hacia abajo. Con mucha gente. Estábamos como enlatados. Y yo con mi Oscar. Y hay una actriz, muy conocida, justo delante de mí. En el ascensor, bajando. Y ella empezó a moverse un poco. Entonces, me di cuenta de que tenía el Oscar en su… que está tocando su trasero, ya sabes… Y pensé: “oh, tío, esto es rarísimo”. Retiré mi Oscar. Lo llevé hacia atrás. Y entonces me incliné hacia delante, al oído de ella, y le dije: “perdona, eso no era yo, era mi Oscar". En alguna parte de estos vídeos.

Las preguntas preparadas

Hay una pregunta que debería haberse cambiado por otra en la entrevista con Al Pacino. Era una pregunta, sin duda, que la periodista tenía pensado hacer y, por lo tanto, la hizo. Sólo puede salvarse si, o bien, le habían exigido un cuestionario cerrado, o bien lo que quería saber es la importancia que Pacino le da a los honores. Sin embargo, para saber esto podría preguntarle directamente -suele ser efectivo- o tratar de sonsacarle dónde guarda los premios, porque su relación con el teatro y el cine queda meridianamente clara en las preguntas anteriores. Son éstas.

Al Pacino: Fue el compromiso personal que adquirí con la experiencia teatral lo que decidió mi vida para siempre. De hecho, esa decisión me hizo desestimar la posibilidad de escribir, hacer música o trabajar otras formas de expresión artística. Aunque entonces, pensé que mi carrera se desarrollaría por completo sobre las tablas de los teatros.
P. ¿Y el cine?
R. Las películas siempre estuvieron alrededor, pero las consideré solo una opción. Y fue la suerte, sin duda, la que puso en mi camino a directores como Coppola, Brian de Palma, Lumet, Pollack, Friedkin... Pero, me hubiera sentido totalmente realizado si toda mi vida se hubiera desarrollado en el teatro de repertorio. Aunque no sé cuán lejos habría llegado.
P. ¿Cómo resistió entonces las tentaciones del diablo, en forma de Hollywood, dinero, fama y premios?
R. Cuando era joven, tuve el teatro. Comencé allí y siempre ha sido la fuente a la que he regresado a beber. De hecho, ahora preparo una nueva producción, una obra de Eugene O'Neill, The Iceman Cometh. El teatro es familiar y tangible. Y el éxito, las ascensiones a la fama, tienen sus lógicas caídas. Es paradójico, el cine puede ser maravilloso, pero también muy peligroso. El éxito es un fino alambre y no todos los actores están preparados para el funambulismo.

Y aquí llega la pregunta. La tengo escrita y hay que hacerla.

P. Usted posee el Tony y el Oscar, los máximos galardones de teatro y cine. Un fuego en su casa le obliga a salvar sólo uno, ¿cuál elegiría?
R. Tengo dos Tony. El primero me lo dieron por The Basic Training of Pavlo Hummel sin haber hecho ninguna película. El segundo, por Does a Tiger Wear a Necktie?, cuando ya había hecho un puñado de ellas. En ninguno de los dos casos había preparado un discurso. Cuando el Oscar por Esencia de mujer, sentí cierta intuición de que me lo darían, porque ya había ganado el Globo de Oro. Y en el discurso, que sí había preparado, agradecí al teatro el haber hecho las películas posibles. Y agradecí al cine, hacer el teatro posible. Valoro mis dos carreras. Y, créame, si en mi casa oyera ¡fuego!, simplemente saldría corriendo.

Al Pacino le salva la pregunta con su sensatez. ¡Dios mío! Fuego. Sálvese quien pueda. Que no cunda el pánico.
Debería haber insistido con el tema del funambulismo. Interesante. Seguro que él se cayó alguna vez. ¿Sin red?

Retazos de Al Pacino

P.-¿Hasta qué punto fue divertido interpretar a un diablo que viaja en metro y canta como Sinatra?
R. Empezaré por el principio. Pactar con el diablo era un guión que llevaba varios años dando vueltas por diversos despachos. Me lo habían ofrecido hace tiempo, pero yo no estaba muy convencido de hacerlo, me resistí durante mucho tiempo. Pero, llegaron Taylor Hackford y Tony Guilford, su guionista, y pensaron que podrían ofrecerme participar en la construcción de un personaje que tuviera algún punto de interés para mí.¿Quién es el Diablo? y ¿qué les ocurrió a quienes lo interpretaron antes que yo? son las dos preguntas que me hice. En cuanto a la segunda, comprobé que la mayoría están vivos y que, a los que murieron ya, no les ocurrió nada significativamente malo después de hacerlo.
P. ¿Es supersticioso?
R. Totalmente. Por lo general, trato de obviar recibir información de lo que se considera supersticioso, porque caería en toda esa parafernalia, lo sé. Así que pido no ser informado. Hace unos días me comentaron que daba mala suerte brindar con agua. ¡Empalidecí de sólo pensar en los cientos de veces que lo he hecho y las maldiciones que habré acumulado por ello!

viernes, 9 de mayo de 2008

Más sobre el coñazo

Siempre Soledad. La mejor.

Amazonas

De nuevo, Bernardo Gutiérrez. Siempre hay una perla en sus textos.

lunes, 5 de mayo de 2008

Un coñazo

Estas cosas, además de ser verdad, deben saberlas los lectores/ciudadanos. Quien esté interesado en tener buena información, debe conocer lo complicado que es el trato con las administraciones. El periodista alemán da en el clavo. Toda la información es, en principio, secreta, por si acaso. Un coñazo.